Escena 5: Entre personajes y emociones, el arte de enseñar contando historias
¡Hola blogueross!
Hoy más que nunca nos situamos en el escenario para mezclar la educación con el arte de contar historias. Vengo a demostraros que el storytelling no es un simple recurso, sino que la sentido a los contenidos y al aprendizaje de los alumnos, porque...
¿Qué sería del aprendizaje sin emoción?
El storytelling es mucho más que leer cuentos. Se
trata de una estrategia didáctica con un gran poder trasformador. Tal como
explica Kieran Egan (2001), los seres humanos organizamos nuestra experiencia a través de historias, por lo que aprender de ellas tiene mucho
sentido.
Esta técnica permite explicar conceptos complejos desde la emoción, promueve la empatía, motiva a los alumnos, fomenta la participación activa y convierte el aula en un escenario donde cada alumno es protagonista de su aprendizaje. Como dice Bruner (1991), la narrativa no es un adorno, sino una auténtica forma de conocimiento.
Además, el storytelling cumple con los principios de la LOMLOE, ya que fomenta el aprendizaje competencial, conecta los contenidos con la vida real, facilita la inclusión y potencia numerosas competencias clave, como la comunicación lingüística, la conciencia emocional o el aprendizaje autónomo.
¿Y CÓMO SE LLEVA A LA PRÁCTICA?
Existen muchas formas y muy diversas de aplicar el storytelling en el aula, en la siguiente infografía te enseño algunos ejemplos:
HISTORIAS QUE EDUCAN
El uso del storytelling en educación transforma el
rol del docente. El maestro se convierte en un guía, en el director de una
obra donde cada estudiante representa su propio personaje. La clase se
convierte en un escenario vivo, dinámico y emocional, donde aprender deja de
ser una obligación y pasa a ser una experiencia integral.
Es fundamental contar con el apoyo de la organización del centro, para que esta metodología funcione, ya que se requiere de una cierta flexibilidad en los tiempos, de la adaptación de espacios, de trabajo en equipo entre docentes e integración curricular. También es muy importante que esa narrativa vaya acompañada de más herramientas didácticas como: preguntas clave, momentos de reflexión…
La memoria emocional es mucho más fuerte y duradera que la mecánica. Los estudiantes no se van a acordar de la lección o de los contenidos abstractos y menos en edades muy tempranas, sin embargo, si recordarán las historias que les han ayudado a comprender la lección. Por todo esto, los storytelling son una estrategia muy poderosa que conecta con el alumno y crea un aprendizaje significativo, integral y completo.
¿QUIÉN DIJO QUE LAS LETRAS NO PODÍAN TENER UNA HISTORIA O
INCLUSO UNA CARA?
Haciendo esta entrada, me he dado cuenta de que no recuerdo casi ninguna de las lecciones que se me impartieron de manera abstracta en mi etapa educativa, sin embargo, si de algunas de las historias que marcaron mi aprendizaje, porque estas activaron mis emociones y conectaron con lo que realmente me importaba.
Escribir esta entrada me ha hecho recordar una experiencia de mi etapa de Educación Infantil. En mi colegio, aprendíamos las letras a través de Letrilandia. Se trata de un recuso narrativo, donde cada letra es un personaje que tiene una historia, una profesión, una canción… por ejemplo, la “p” es una panadera, la “m” una mamá… Gracias a esas pequeñas historias yo aprendí a reconocer las letras y a recordarlas.
Te dejo aquí los enlaces a algunos videos donde cuentan las historias de los distintos personajes de Letrilandia:
https://www.youtube.com/watch?v=95z0Awqt28A
https://www.youtube.com/watch?v=gV29dpfjWPA
https://www.youtube.com/watch?v=WG2GFyYBkfk
https://www.youtube.com/watch?v=12WulRx6PTA
https://www.youtube.com/watch?v=goldkw6vTwM
Por otro lado blogueros, escribiendo esto me he dado cuenta de que este año en un trabajo de la universidad hemos empleado la técnica del storytelling. El trabajo consistía en diseñar un programa de educación emocional para alumnos de infantil. Mis compañeras y yo decidimos construir el programa sobre una base narrativa, ya que elegimos como eje central de nuestro proyecto el cuento de “EL monstruo de colores”. En este cuento, cada emoción es representada por un personaje, a través de la historia los alumnos pueden aprender a comprender lo que sienten y a nombrar e identificar sus emociones. A partir de esta historia nosotras diseñamos todas las actividades del programa, todas ellas relacionas con lo que ocurría en el cuento. Esto permitía que los aprendizajes sobre las emociones no fueran abstractos, sino que surgieran desde la base del cuento, y fueran mucho más significativos.
Enlace a un vídeo donde narran el cuento: https://www.youtube.com/watch?v=__NmMOkND8g
UNA HISTORIA QUE DEJA HUELLA
Gracias al storytelling el aula se trasforma en un escenario educativo donde el maestro es el director de la obra y los alumnos los actores que crean
su propio personaje y le aportan su esencia única. Al igual que en el teatro, cada
historia tiene un trasfondo, un contexto, un conflicto y un desenlace, pero es
cada alumno y cada personaje el que construye su propio rol dentro de la
historia y participa de manera activa en la creación de su aprendizaje. Por
ello, de la misma manera que los actores deben involucrarse emocionalmente con
el personaje, los estudiantes, logran conectar con las emociones y los
conocimientos.
Para mí, el storytelling es como esa coreografía o ese guion que no se olvida, no precisamente por sus pasos, sino por lo que realmente me hizo sentir.
¿Y tú bloguero… recuerdas haber aprendido alguna vez con esta metodología?
¡¡Nos vemos en la siguiente escena!!
Bibliografía:
- Bruner, J. (1991). Acts of meaning. Harvard University Press.
- Egan, K. (2001). The future
of education: Reimagining our schools from the ground up. Yale
University Press.
(Nota: para contenido más centrado en narrativa educativa también puede consultarse: Egan, K. (1986). Teaching as storytelling. University of Chicago Press.)
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